miércoles, 10 de agosto de 2011

Cuento a la Suma Sacerdotisa

Es una mujer sentada, con vestido azul, esconde y calla las emociones detrás de un velo tan rico en dibujos y colores que lo hace impenetrable.
Detrás del velo puedo escuchar la quietud de un río azul, tranquilo, nada se mueve.
Dos columnas, una blanca y una negra, opuestas, sujetan este escenario silencioso.
La paz del templo les ampara.
El río escapa por un costado dando una sensación de frescor y libertad.
La mujer está seria, es la guardiana de los secretos, tiene la boca sellada, de ella no sale ni sonido ni palabra.
La frialdad de la Luna corona su cabeza.
En el calor del sol reposan sus pies.

29 de julio de 2011